¿Te has preguntado alguna vez por qué te sientes más despierto y listo después de una buena siesta? Un grupo de investigadores acaba de descubrir que durante el sueño ligero (ese momento en que acabas de dormirte pero aún no sueñas), nuestro cerebro hace algo fascinante: primero, todas las neuronas (las células del cerebro) empiezan a trabajar juntas como una orquesta, y después, cuando nos despertamos, cada una de ellas trabaja de forma más independiente, ¡lo cual nos ayuda a pensar mejor!
En sus experimentos con monos los investigadores observaron que después de una siesta de solo 30 minutos los animales eran capaces de resolver mejor ejercicios visuales, como distinguir imágenes giradas. Lo más interesante es que este efecto solo ocurría cuando realmente se dormían, no cuando simplemente descansaban con los ojos cerrados.
Lo más sorprendente de todo es que han logrado una forma de conseguir estos beneficios sin necesidad de dormir: usando pequeñas señales eléctricas que imitan lo que hace el cerebro durante el sueño. Este descubrimiento podría ayudar en el futuro a personas que tienen problemas para dormir o incluso a los astronautas durante sus misiones espaciales, cuando no pueden dormir tanto como necesitan. (Medicalxpress | Science)
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