La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado dos satélites en un cohete con una misión increíble: crear eclipses solares artificiales en el espacio. Uno de los satélites, llamado Occulter, bloqueará la luz del Sol, mientras el otro, Coronograph, podrá estudiar su corona. A diferencia de los eclipses naturales que duran solo 10 minutos y ocurren 60 veces por siglo, estos satélites podrán observar la corona solar durante 6 horas seguidas en cada órbita.
Los dos satélites volarán separados apenas 150 metros, como si fueran una sola pieza gigante. Esta maniobra les permitirá crear condiciones de luz muy difíciles de lograr en la Tierra, lo que les ayudará a examinar la estructura y los movimientos de las diferentes capas de la corona solar. Durante un año, realizarán 50 vuelos en formación generando eclipses artificiales.
Conocer más sobre el Sol es fundamental para los científicos. Estudiar la corona solar no solo ayuda a comprender mejor nuestra estrella, sino que también permite predecir su actividad climática. Esto es importante porque las tormentas solares pueden afectar las comunicaciones y las redes eléctricas en la Tierra, causando interrupciones en servicios que usamos a diario. (El Español | ESA)
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