Han descubierto algo muy interesante sobre nuestro cuerpo: ¡funciona como un reloj! Y al igual que un reloj tiene sus horas perfectas para cada cosa, nuestro cuerpo tiene sus mejores momentos para comer. Lo más importante es exponerse a la luz del sol por la mañana, pues esto ayuda a que nuestro cuerpo se active correctamente y también nos ayudará a dormir mejor por la noche.
¿Y por qué es tan importante el horario? Resulta que nuestro cuerpo tiene unas «células-reloj» muy especiales que se despiertan cuando sale el sol. Estas células nos ayudan a procesar mejor los alimentos que comemos durante el día. Por eso, desayunar alrededor de las 8 de la mañana, comer antes de las 2 de la tarde y cenar antes de las 8 de la noche es como darle a nuestro cuerpo exactamente lo que necesita en el momento perfecto.
Los expertos han descubierto que comer a las horas adecuadas nos ayuda de muchas maneras: mantiene nuestro corazón más sano (evitando problemas como infartos), nos ayuda a mantener un peso saludable y hace que nuestro cuerpo controle mejor el azúcar que comemos. Es muy importante no irnos a dormir con el estómago lleno, por eso cenar temprano es tan bueno para nuestra salud. ¡Es como si nuestro cuerpo nos dijera: «¡Hey, ya es hora de descansar, no de digerir comida!». (El Español)
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