Los dinosaurios no eran solo criaturas enormes y temibles, sino que muchos de ellos estaban cubiertos de plumas mucho antes de que existieran las primeras aves. Científicos han descubierto que estas estructuras no surgieron para volar, sino posiblemente para mantener el calor corporal o para impresionar a sus parejas, como hace hoy un pavo real con su colorida cola.
La evolución de las plumas es un misterio fascinante. Se cree que la transición de escamas a plumas podría haber ocurrido por una pequeña modificación genética. Los investigadores encontraron que comenzaron como simples filamentos y se fueron transformando con el tiempo. Un pequeño dinosaurio llamado Anchiornis, de hace 150 millones de años, ya tenía plumas en sus extremidades y cabeza, aunque todavía no podía volar. Sus plumas eran una mezcla de blanco, negro y rojo, probablemente usadas para atraer parejas o camuflarse.
El vuelo de las aves es el resultado de millones de años de pequeños cambios. Los científicos creen que los dinosaurios primero usaban sus proto-alas para correr cuesta arriba, saltar entre árboles y, gradualmente, conseguir que sus plumas les permitieran planear hasta convertirse en los voladores maestros que conocemos hoy. (National Geographic)
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