Un grupo de investigadores ha hecho un descubrimiento fascinante en una cueva bajo un castillo en Alemania: encontraron los restos más antiguos de seres humanos modernos en Europa. ¡Estos restos tienen nada menos que 45.000 años! Se trataba de una familia de seis personas que vivieron allí: una madre con su hija y otros familiares. ¿Te imaginas cómo era la vida hace tantísimo tiempo?
Lo más interesante es que estos humanos antiguos tenían la piel oscura, el pelo negro y los ojos oscuros, y eran parte de un grupo muy pequeño de apenas 200 personas que había viajado desde África hasta Europa. En aquella época, Europa era un lugar muy diferente: hacía muchísimo frío y estaba habitada por otro tipo de humanos llamados neandertales. Los científicos han descubierto que estos dos grupos de humanos se conocieron y tuvieron hijos juntos hace aproximadamente 47.000 años, ¡mucho antes de lo que pensábamos!
¿Y sabes qué es lo más sorprendente? Aunque esa familia antigua que vivió en la cueva no dejó descendientes que hayan llegado hasta nuestros días, todos los humanos que vivimos fuera de África tenemos un 2% de genes neandertales en nuestro ADN. Estos genes nos ayudaron a adaptarnos mejor al frío y nos dieron otras ventajas para sobrevivir en Europa. Es como si lleváramos dentro un pequeño recuerdo de aquellos encuentros entre diferentes tipos de humanos de hace miles de años. (El País | Nature | Science)
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