¿Te imaginas descubrir ciudades antiguas sin cavar un solo agujero? ¡Hoy es posible gracias a la tecnología! Herramientas como imágenes satelitales, drones y escáneres láser permiten a los arqueólogos explorar el pasado de manera no invasiva. Por ejemplo, el LIDAR, una técnica que usa láseres para «ver» bajo la vegetación, ha revelado ciudades mayas ocultas en la selva. ¡Es como tener rayos X para la tierra!
Además, los Sistemas de Información Geográfica (SIG) ayudan a mapear y analizar grandes áreas, identificando patrones de asentamientos antiguos. Y con el modelado 3D, los arqueólogos pueden recrear digitalmente templos, caminos y hasta paisajes completos. ¿Lo más emocionante? La inteligencia artificial está aprendiendo a detectar yacimientos arqueológicos analizando imágenes y datos.
Aunque estas tecnologías son increíbles, su uso tiene desafíos. El equipo y el software son costosos, y se necesita formación especializada. Pero el esfuerzo vale la pena: estas herramientas no solo nos ayudan a entender mejor el pasado, sino que también protegen los sitios arqueológicos sin dañarlos. ¿Te gustaría ser un arqueólogo digital del futuro? (UNIA)
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