¿Sabías que las tormentas solares no solo crean auroras espectaculares sino que también pueden cambiar el entorno espacial de la Tierra? En mayo de 2024 una potente tormenta solar generó dos nuevos cinturones de radiación alrededor de nuestro planeta, intercalados entre los cinturones de Van Allen, que son zonas permanentes de partículas energéticas atrapadas por el campo magnético terrestre.
Uno de estos nuevos cinturones estaba compuesto principalmente de electrones, mientras que el otro incluía protones energéticos, algo nunca visto. Estos cinturones temporales duraron mucho más que los anteriores: el de electrones persistió más de tres meses y el de protones podría seguir existiendo hoy. Este descubrimiento fue posible gracias al satélite CIRBE de la NASA, que estudia las partículas en el espacio cercano a la Tierra.
Los investigadores consideran que estos cinturones temporales son el resultado de la fuerza y composición única de la tormenta solar. Aunque pueden ser peligrosas para los satélites y los astronautas, las tormentas solares nos ayudan a entender mejor cómo funciona el campo magnético de la Tierra y cómo este nos protege de las partículas del espacio.
¿Te imaginas cómo será el próximo gran evento solar? Quizá la misión Proba-3 nos ayude a desvelarlo. (Europa Press | JGR Space Physics)
Deja una respuesta