¿Sabías que las plantas podrían tener algo parecido a un «cerebro»? Según el filósofo Paco Calvo, en la punta de las raíces de las plantas hay estructuras que funcionan de manera similar a un cerebro. Estas estructuras ayudan a las plantas a tomar decisiones, como hacia dónde crecer o cómo reaccionar ante peligros. ¡Incluso pueden percibir vibraciones y comunicarse entre sí!
Las plantas no tienen ojos, orejas ni boca, pero eso no significa que no puedan sentir. Por ejemplo, cuando una planta es atacada por un insecto libera sustancias químicas para avisar a otras plantas cercanas. También pueden «aprender» y recordar. En un experimento las judías trepadoras demostraron que pueden buscar y enredarse en un palo de manera intencional, no al azar. ¡Eso es inteligencia!
Aunque no lo parezca, las plantas son más parecidas a nosotros de lo que creemos. Paco Calvo sugiere que podrían tener conciencia, es decir, ser capaces de sentir y experimentar el mundo a su manera. Esto nos hace pensar en cómo tratamos a las plantas y la naturaleza. ¿Te imaginas un futuro donde cuidemos mejor de ellas? ¡La ciencia nos está mostrando un mundo vegetal fascinante! (Cuerpo Mente)
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