¿Sabías que pasar demasiado tiempo frente a pantallas puede afectar cómo los menores hablan e incluso cómo se mueven? Un estudio publicado recientemente analizó a casi 2.000 menores de 12 a 48 meses en 19 países de Hispanoamérica. Los resultados mostraron que los niños pasan mucho más tiempo del recomendado frente a pantallas, como móviles y televisores, sin importar su clase social o nacionalidad.
El problema no es solo el tiempo, sino cómo se usan las pantallas. Cuando los adultos acompañan a los niños y eligen contenido educativo, los pequeños pueden mejorar sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, si los niños usan las pantallas solos y de manera pasiva, esto puede retrasar su desarrollo. Los expertos recomiendan que los menores de dos años no usen pantallas, pero muchos ya lo hacen desde muy temprano.
Este estudio nos recuerda la importancia de interactuar con los niños mientras usan pantallas y de elegir contenido que les ayude a aprender. ¿Te imaginas un futuro donde las pantallas se usen de manera más responsable para apoyar el desarrollo infantil? ¡La clave está en el equilibrio! (SINC)
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