¿Alguna vez has visto en el cielo unos colores brillantes parecidos a un arcoíris, pero sin que esté lloviendo? ¡Pues podrías haber visto un «arcoíris de fuego»! Aunque su nombre suena muy emocionante, en realidad no es fuego ni un arcoíris como los que aparecen después de la lluvia. Su nombre científico es arco circunhorizontal, y es un fenómeno luminoso que pinta las nubes con colores deslumbrantes cuando el Sol está en una posición muy específica en el cielo.
Para que aparezca este espectáculo de colores, se necesitan varias cosas importantes. Primero, el Sol debe estar muy, muy alto en el cielo, a más de 58 grados sobre el horizonte, ¡eso es más alto que a mediodía en muchas épocas del año! Segundo, deben existir unas nubes especiales llamadas cirros. Estas nubes son muy delgadas, parecen pinceladas blancas y se encuentran altísimas, ¡a más de 8 kilómetros de altura, donde el aire es tan frío que están hechas de diminutos cristales de hielo hexagonales, como copitos de nieve minúsculos! Cuando la luz del sol atraviesa estos cristalitos de hielo en la posición correcta, la luz se descompone y nos muestra todos sus colores, ¡como si las nubes se hubieran pintado!
Ver un arco circunhorizontal es algo asombroso porque no ocurre todos los días y se necesitan condiciones muy concretas. A diferencia de los arcoíris normales que se forman con gotas de agua, estos «arcoíris de fuego» necesitan un clima seco y esos cristales de hielo perfectamente alineados. Es más probable verlos en lugares más cercanos al ecuador de la Tierra, donde el Sol sube más alto en el cielo durante más tiempo. ¿Te imaginas la sorpresa de mirar hacia arriba y encontrar estas maravillosas franjas de colores adornando las nubes? (Xataka)
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