Un equipo de científicos ha hecho un descubrimiento asombroso en la Antártida. Usando un enorme globo que vuela muy alto, con un detector de señales llamado ANITA, han captado unas misteriosas señales de radio. Lo increíble es que estas señales no vienen del espacio, como se esperaba, sino que parecen salir desde las profundidades de nuestro propio planeta, ¡como si hubieran atravesado la Tierra entera para llegar hasta sus antenas!
El experimento, llamado ANITA (siglas en inglés de Antena Antártica de Impulso Transitorio), fue diseñado para estudiar partículas casi invisibles que viajan por el cosmos. Normalmente, cuando estas partículas chocan con nuestro planeta, son detenidas por la roca y el hielo. Imagina que lanzas una pelota contra una pared de ladrillos: la pelota rebota o se para. Pero estas señales de radio son como una pelota que, en lugar de chocar, ¡atraviesa la pared sin problemas! Han viajado a través de miles de kilómetros de roca sólida, algo que, según todo lo que sabemos de física, debería ser imposible.
Este descubrimiento es muy emocionante porque podría significar dos cosas: o existe un tipo de partícula completamente nueva que no conocemos, o hay algo sobre cómo se comportan las ondas de radio en el hielo que se nos escapa. Para resolver el misterio, los científicos ya están construyendo un detector más potente llamado PUEO. Este enigma demuestra que todavía hay muchísimos secretos por descubrir en nuestro universo. ¿Te imaginas qué otras sorpresas nos esperan escondidas bajo el hielo o en el espacio? (National Geographic | Physical Review Letters)
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