¿Sabías que nuestro planeta y todo el Sistema Solar están protegidos por un escudo gigante e invisible? Las famosas naves Voyager de la NASA, que se lanzaron al espacio hace muchísimos años, han descubierto cómo es este «muro invisible» que nos defiende del espacio profundo. Es una frontera muy lejana, llamada heliopausa, donde la influencia de nuestro Sol se termina y comienza el vasto universo más allá de nuestros planetas. ¡Es como una burbuja protectora que nos cuida de los peligros del cosmos!
Este escudo no es una pared sólida, sino una zona de plasma (un tipo de gas muy caliente y especial) comprimido, ¡con temperaturas de más de 50.000 grados Celsius! Aunque suene como un horno, es tan poco denso que las naves Voyager, que han viajado unos 18 mil millones de kilómetros, no sufrieron ningún daño. Las dos naves, lanzadas en 1977, han tardado décadas en llegar y nos han enviado datos directos. Han revelado que este escudo es como un «filtro» que nos protege de la mayoría de los peligrosos rayos cósmicos que vienen de otras estrellas.
Gracias a las naves Voyager, ahora entendemos mucho mejor cómo nuestro Sol nos protege y cómo es el espacio más allá de nuestros vecinos planetarios. Este descubrimiento nos ayuda a dibujar un nuevo mapa de nuestro lugar en el universo y a comprender las fuerzas increíbles que nos rodean. ¡La burbuja de nuestro Sol es un refugio vital contra la radiación cósmica! ¿Te imaginas todo lo que podremos descubrir en el futuro con naves que viajen aún más lejos? (Huffington Post)
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