Los arqueólogos han hecho un descubrimiento fascinante en Noruega: han encontrado los restos de un guerrero que vivió hace 900 años y que aparece mencionado en un antiguo libro llamado «La Saga de Sverre». Lo más interesante es que este hallazgo confirma que lo que cuenta ese libro es verdad. El esqueleto apareció en el fondo de un pozo dentro de un viejo castillo, exactamente donde el libro decía que estaría.
¿Y cómo llegó allí? Durante una batalla en el año 1197, un grupo de guerreros atacó el castillo de Sverresborg. Estos atacantes tenían un plan muy astuto: para que nadie pudiera seguir viviendo en el castillo, quemaron todas las casas y, además, arrojaron el cuerpo de uno de los guerreros al único pozo de agua que había, tapándolo después con piedras. De esta forma, nadie podría beber agua de ese pozo.
Los científicos han estudiado el ADN de los dientes del esqueleto y han descubierto muchos datos curiosos: era un hombre de entre 30 y 40 años, tenía los ojos azules, la piel clara y el pelo rubio o castaño. También han podido saber que murió por un golpe en la cabeza y que venía del sur de Noruega. Este descubrimiento es muy importante porque es la primera vez que se encuentra el esqueleto de alguien que aparece mencionado en una de estas antiguas historias noruegas. ¡Los investigadores están muy contentos porque han demostrado que uniendo pistas de libros antiguos con las herramientas más modernas de la ciencia pueden descubrir secretos del pasado que parecían perdidos para siempre! (El Español | iScience)
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