Hace 35 años, el 9 de noviembre de 1989, ocurrió algo increíble en Alemania: cayó el Muro de Berlín. Este muro había sido construido casi 30 años antes para dividir Berlín en dos partes: la Oriental y la Occidental. Aunque vivían en la misma ciudad, las familias y amigos no podían verse si estaban en diferentes lados del muro. La vida en Berlín Oriental era muy controlada y las personas no podían ir a donde quisieran, así que, durante años, muchos intentaron cruzar al otro lado en busca de libertad.
El muro era más que una simple barrera; simbolizaba la división del mundo en dos grandes grupos. En una parte estaban los países liderados por Estados Unidos y en la otra, los liderados por la Unión Soviética, que controlaba Berlín Oriental. Pero, en 1989, los vientos de cambio comenzaron a soplar en varios países. En Alemania Oriental, la gente comenzó a protestar pacíficamente pidiendo libertad y un país unido. Finalmente, el 9 de noviembre, el gobierno permitió a las personas cruzar el muro, y miles de personas de ambos lados se reunieron, celebrando con abrazos y lágrimas.
Con la caída del muro, Alemania comenzó un proceso de reunificación, y en menos de un año, se convirtió nuevamente en un solo país. Esta noche de unión también fue un gran paso hacia un mundo más libre y sin tantas divisiones. Hoy, muchos alemanes recuerdan este día como un momento de esperanza y un recordatorio de que las barreras pueden derrumbarse cuando las personas se unen por la paz y la libertad. (BBC)
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